El Tai Chi es una conjunción de una diversidad de técnicas habitualmente relacionadas con la medicina china tradicional, que comprenden la mente, la respiración y el ejercicio físico.
Originalmente, el Tai Chi es un arte marcial interno para la lucha cuerpo a cuerpo, ya sea armada o desarmada. En tiempos más recientes se considera cada vez más como una práctica para mejorar la calidad de vida tanto física como mental. Por una parte sería muy provechosa para la salud, mientras que por otra constituye una técnica de meditación en movimiento.
Yang Chengfu, propagó el Tai Chi Chuan por toda China. Era nieto del creador del estilo Yang (Yang Lu Chan), de carácter tranquilo, gentil y sencillo. A partir de 1928 el estilo se extendió y popularizó debido a que en ésta época el Tai Chi Chuan cambio su naturaleza marcial por terapéutica. Introdujo en el estilo Yang la estructura larga, es decir la distancia en que se mueven las manos, en relación al cuerpo es relativamente amplia.
Yang Chengfu constantemente hacia énfasis en sus principios, siendo estos un marco o fórmula para la práctica correcta. Cada uno de estos diez principios está ligado a un resultado práctico y cuando todos son representados de manera precisa, el resultado es la expresión de fuerza y equilibrio presentes en cada estilo de Tai Chi. Las 10 reglas fundamentales del Tai Chi son:
- Erguir la cabeza de manera relajada
- Mantener el pecho atrás y enderezar la espalda
- Soltar la región lumbar, la cintura
- Separar lo vacío y lo lleno (distribuir el peso correctamente).
- Dejar colgar los hombros y los codos
- Aplicar el Yi y no la fuerza física
- La coordinación de lo de arriba con lo de abajo
- La armonía entre el interior y el exterior
- El flujo ininterrumpido (que el movimiento fluya).
- Mantenerse quieto en el movimiento
Lo esencial del ejercicio está representado por una o varias así llamadas formas, consistentes en secuencias de movimientos claramente determinadas que se siguen unas a otras de modo que constituyen una secuencia fluida.
El principio fundamental del Tai Chi es la suavidad: el practicante debe moverse de manera natural, relajada, suelta y fluida. En el Tai Chi no hay ejercicios de fuerza, rapidez o endurecimiento, por el contrario, se exige que los movimientos se efectúen con un mínimo de esfuerzo.
Al ejercitar, el cuerpo debe estar relajado. Es decir, es una relajación que consiste en la expresión de la así llamada fuerza Yin para los movimientos orientados a un fin, que se coordinan de manera conjunta en el cuerpo y que no están supeditados a ningún tipo de tensiones inhibitorias.
La práctica del Tai Chi está recomendada prácticamente para cualquier edad y sexo por los beneficios que reporta tanto en el plano físico como en el mental. En líneas generales, podemos clasificar dichos beneficios en dos grandes grupos: el control de la energía y las mejoras físicas.
En el primero de los casos, y según la filosofía china, la energía vital o Chi es un elemento clave en nuestro bienestar. El hecho de que fluya de forma correcta a través de los meridianos de nuestro cuerpo es la razón de que nos sintamos bien o, por el contrario, de que enfermemos si es que fluye de forma incorrecta.
Por tanto, y en función de dicha creencia, la práctica continuada del Tai Chi sería fundamental para localizar y canalizar de forma adecuada la energía vital de nuestro organismo. Con ello, conseguiríamos la perfecta armonía entre nuestros plano físico y mental, así como con el resto del universo, ya que nuestra energía también se canaliza hacia el exterior e influye en él.
Dejando a un lado las creencias tradicionales chinas respecto a la energía, de lo que no cabe ninguna duda es del hecho de que, al tratarse de un arte marcial, el taichí reporta evidentes beneficios en el plano físico, tanto a corto como a largo plazo. Algunos de ellos son:
1. Memoria. Al practicar Tai Chi debes aprender varias series de movimientos, llamados Formas, esto activa tu memoria, de esta manera ayudará a que no olvides las cosas más importantes en tu vida diaria.
2. Mejora tu equilibrio físico. Ejercitas diferentes músculos que van a reforzar tu equilibrio, de esta manera evitarás caídas y por lo tanto tu vida mejora.
3. Incrementa tu vitalidad. Al respirar de una forma correcta llenas tu cuero de energía. Hay un dicho que Dice: «De la respiración adecuada surge la sensibilidad y la vitalidad».
4. Disciplina. El Tai Chi para que se realice bien requiere de concentración, reflexión y orden, por ello al final la persona se convierte en un individuo disciplinado.
5. Mejora tu actitud. Ayuda a equilibrar tus emociones, aprendes a disfrutar más la vida, lo cual hace que seas más tolerante con los inconvenientes que encuentres, tu actitud siempre será más positiva.
Recuerda, tu salud está en tus manos. ¡No lo olvides! Si quieres saber un poco más de esta actividad no dudes en contactarnos.
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